“El amor es el mayor refrigerio de la vida”
Las mujeres influyeron en la vida y obra de Picasso de manera determinante: “cada vez que Picasso cambiaba de mujer, cambiaba de todo lo demás: estilo de pintar, casa o piso que compartían, poeta que servía de musa complementaria, la tertulia que proporcionaba apoyo y comprensión…, y hasta el perro que apenas se alejaba de su lado”. La "Ley Dora", como la bautizó Richardson.